En la era actual de la sostenibilidad y la innovación tecnológica, elautoconsumo compartido se ha convertido en una opción atractiva para muchas comunidades. Este sistema permite a diferentes usuarios/as compartir la producción de energía de una única instalación. Pero, ¿cómo se decide qué cantidad de energía corresponde a cada participante? Aquí es donde entra en juego el coeficiente de reparto.
¿Qué es el Autoconsumo Compartido?
El autoconsumo compartido es una modalidad donde varias personas consumidoras, como podrían ser vecinos y vecinas de una misma finca o comunidad, se unen para compartir la producción de energía de una única instalación. Esta modalidad presenta muchas ventajas, como ahorrar en costes de instalación y potenciar el uso de energías renovables dentro de una comunidad.
Pero, ¿cómo se reparte esta energía?
Esta es una pregunta crucial, y la respuesta puede variar según cada comunidad. Algunas pueden optar por un reparto igualitario, mientras que otras pueden basarse en el tamaño o en el consumo de energía de cada vivienda. Aquí es donde entra en juego el concepto del coeficiente de reparto.
¡Veámoslo!
El coeficiente de reparto determina el porcentaje de energía generada que corresponde a cada contador asociado al autoconsumo compartido. Se trata de un valor entre 0 y 1. Si sumamos todos los coeficientes de las personas participantes, el resultado debe ser 1, o lo que es lo mismo, el 100% de la energía generada.
El reparto puede ser proporcional o basarse en los coeficientes específicos de cada vivienda. Esto permite flexibilidad y adaptación según las necesidades y acuerdos de cada comunidad.
Este coeficiente no es arbitrario ni se decide al azar. El coeficiente que corresponde a cada participante se establece de mutuo acuerdo entre las partes y se registra en un acuerdo de reparto.
¿Cómo se modifica el Coeficiente de Reparto?
Un detalle importante es que, actualmente, este acuerdo se puede modificar una vez cada 4 meses. Para hacer cualquier cambio, todas las personas participantes deben consensuar y entregar de nuevo el acuerdo de reparto. Esto garantiza una adaptación a los cambios o necesidades que puedan surgir a lo largo del tiempo.
Y a todo ello, estamos hablando de coeficientes fijos aunque, se prevé que en poco tiempo puedan ser dinámicos. Hablando de coeficientes dinámicos en el contexto del autoconsumo compartido, nos referimos a un método flexible y adaptable de reparto de la energía generada que puede variar en función de las necesidades o circunstancias de cada momento, a diferencia de los coeficientes fijos que se mantienen constantes durante largos periodos de tiempo.
En lugares donde el consumo de energía puede variar mucho (por ejemplo, entre estaciones, días laborables versus fines de semana, o según eventos específicos), un coeficiente dinámico permitiría adaptarse mejor a estas fluctuaciones, asignando más energía a los usuarios que la necesiten en un momento determinado y menos a aquellos que no la necesiten tanto.
Actualmente, la normativa puede no permitir este tipo de reparto dinámico, pero la idea es que en el futuro, con las avanzadas tecnológicas y la necesidad de optimizar el uso de las energías renovables, esta será la dirección a seguir. El uso de coeficientes dinámicos podría ofrecer una mayor eficiencia y equidad en la distribución de la energía en comunidades que comparten recursos energéticos.